20-12-04 Hace tiempo ya........

Somos ángeles, ¡¡todos somos ángeles!! Y cuando morimos nuestra espalda se desgarra para dar cavida a las blancas alas, porque son blancas, blancas y suaves, ¿si tienen plumas? cada uno a su bola.
Si se pone frente al mar cada persona puede imaginar su futuro, ya sea en la tierra, en el mar o en el aire. Un futuro extraño que puede morir en el mañana o haberlo echo en el pasado. A cada instante a cada segundo, todos cambiamos el futuro. A cada gota de tinta que gasto o malgasto, mi futuro cambia, nadie está predestinado a nada, simplemente las cosas surgen y todos podemos modificarlas pero es demasiado tarde cuando queremos hacerlo. Mi mente se ha quedado sin palabras, mis manos buscan significado, mi cabeza creo que pronto explotará, ¡que mas da! Nadie atiende a mi mirada, nadie guarda mi reflejo, nadie esconde en un rincón mis palabras, mis sentimientos son llevados por las olas, se mezclan con la espuma y son tragados por los peces. Se dice que los peces mueren por la boca, yo muero también un poco por la boca, no por la mía si no por la del ser amado. El ser amado simplemente no muere, está ahí parado sin recaer en mi mirada, en mis gestos, si le gusta el pescado quizás recaiga en mis sentimientos, pero no, tan sólo se los tragaría y no los encontraría en su interior por mucho que buscara. Soy como un pez: muero por la boca, no por la mía, pero si por la tuya; vivo para ser pescada y no para pescar, y después muero, muero al ser sacada del agua, al ser sacada de mi mundo abstracto donde pierdo la consciencia del ser querido.
Que pena no ser pájaro y surcar los cielos, podría irme lejos, buscar la soledad eterna y no tener que vivirla rodeada de tanta gente querida. Ahora puedo buscar la soledad, puedo sacar el ángel que llevo dentro y así hallar un mundo solitario sin rodearme de la gente que me quiere.