Pequeña ñina de tristes sonrojos

Ah! tímida princesa de ojos de cenicienta, donde se esconden tus sonrisas y las manos ardientes. No dejes que las lágrimas cubran tu cara de arapientas tristezas, que destrocen tu pequeña alma de mariposa. La almohada ya no te quiere abrazar y la soledad parece llamar a tus oídos, no dejes que te lleve al camino que tanto rehuiste en aquel tiempo lejano. No permitas que la luna se entristezca y llueva en el tintineo de las ventanas de tus ojos, recibe la linda música como signo de comprensión, identificate con aquel poeta de tristes dulces palabras poco alentadoras. No te vallas y no te permitas perder aquello que amas, porque entonces quizás no ahora pero si en el tiempo te aborreceras tanto por dejar escaparse aquel espíritu que te llenaba de gozo. Vuelve pequeña mariposa y devuelve a tus mejillas su color, que no se marchiten tus alas, que las lágrimas de rocio no estropeen tu pequeño palpitar, no puedes vivir en tu escondrijo. No calles aquello que merodea tu cabecita, habla con el sol y comentale que cuando mas necesitas su luz se esconde y te deja en noche permanente, que si pudiera acordarse (no recuerdas si recuerda) debería recordar que cuando te dejo con la luna, tu corazón se entristecio inutilmente. Lo necesitas y él, él no sabe que lo necesitas; quizás él es diferente a todo y él también te necesite a tí. Eso nunca lo sabrás pequeña princesa de cuento de cenicienta. Pronto puede que los besos se sucedan y los abrazos calmen esa pequeña lágrima que ahora recorre tu mejilla y entonces no recordaras que un día él no te cumplio lo que le pediste. Pero no olvides que cada día él cumple mas de lo que puedas desear.
-¿Y eso es suficiente?
-Tú sabrás niña.

Firma: Una bala perdida de 7 vidas